VENTAJAS
La principal ventaja de comprar una
marca blanca es evidentemente el precio y el ahorro. Para un comprador, tener la posibilidad de
llenar parte de su cesta de la compra con este tipo de productos permite un
ahorro real y modulable. Desde una compra centrada al 100% en las grandes
marcas a una compra dedicada al 100% a marcas blancas hay muchas formas de
repartir el gasto. Normalmente se empieza comprando la marca del distribuidor
para productos con los cuales estamos menos comprometidos emocionalmente.La calidad de los productos de distribuidores ha mejorado francamente a medida que ha pasado el tiempo. Incluso se dan casos donde la copia es mejor que el original (aunque eso depende del gusto). En muchos casos son las mismas empresas líderes las que producen para el distribuidor, lo que también es una garantía de calidad.
INCONVENIENTES
La calidad
de las marcas blancas es desigual. Aunque hayan mejorado notablemente,
todavía uno se puede encontrar con sorpresas desagradables a la hora de probar
la alternativa al producto líder. El producto de un distribuidor puede ser
bueno, mientras el que fabrica otra cadena es pésimo, y por lo tanto obliga a
las personas que compran en diversos distribuidores a tener que recordar más productos, lo que no siempre es
fácil.Falta originalidad. Aunque algunas cadenas se esfuerzan para innovar, no cabe duda que hasta ahora, los productos de marca blanca siguen siendo imitaciones de productos líderes, y por lo tanto tan solo evolucionan si lo hacen las marcas en las cuales están inspirados.
La estrategia de copiar a los demás también puede ser un problema para la oferta del futuro. Si los clientes compran cada vez más productos de distribuidores, las marcas establecidas perderán mercado, y muchas de ellas desaparecerán, reduciendo la competencia. Las que se queden tendrán menos dinero para invertir en innovación, lo que podría resentirse en la oferta al cliente final.
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